Cuando Michael Jordan se ató por primera vez unas Jordan aun quedaba mucho para que sus zapatillas pudieran adquirirse en tiendas de todo el mundo. De sus primeros anuncios en octubre de 1984 a abril de 1985 cuando se pusieron a la venta únicamente en seis ciudades, el único mortal que podía usar unas Jordan I era Michael Jordan. Una estrategia involuntaria que facilitó que se convirtiera en el artículo más deseado. Seguro que el estilo, los mates y los 28.2 puntos de media de Michael Jordan también ayudaron.
Mientras Nike preparaba un lanzamiento masivo para julio, las seis primeras ciudades se convertían en un banco de pruebas. Con ventas que multiplicaban por 30 las esperadas, descubrieron que las Jordan I no solo se utilizaban para jugar al baloncesto, sino como elemento de moda en Los Angeles y Nueva York. Y no solo lo comprobó Nike.